Escribía Santiago Niño Becerra un artículo titulado "BPA y BMad" en su habitual sección de La Carta de la Bolsa, el 29 de abril de 2015, apenas unas semanas después del INFAME 10 de marzo de 2015, y en el que además de hacer una profunda reflexión sobre lo acontecido tanto en Banca Privada de Andorra como en Banco Madrid, al final del mismo dice, y cito textualmente: "Me olvidaba. La moraleja de todo esto que está sucediendo con la BPA y el BMad: ¿saben cuál es el principal activo de un banco?: la confianza. ¿Alguien quiere cargarse un banco? Chupao: sólo hace falta que un suficiente número de personas digan en los lugares convenientes, de la forma adecuada y durante el tiempo necesario, que el Banco X tiene problemas, sin detallar demasiado, tampoco hace falta: durará cuatro días. ¿Y sobre instituciones así de livianas se ha levantado un sistema? Para reflexionar".
Confianza. Preciosa palabra que según la RAE quiere decir, entre otras muchas acepciones, "esperanza firme que se tiene de alguien o algo". De todos debería ser sabido que la confianza se gana poco a poco pero cuando se pierde es muy difícil volver a recuperar, pero desgraciadamente hay muchísima gente, sobre todo entre los que ostentan el poder, que parecen desconocerlo.
¿Alguno de ustedes confiaría el gobierno de su nación a alguien que sea un mentiroso compulsivo? ¿Alguno de ustedes confiaría el gobierno de su nación a alguien que se dedica constantemente a esconder la situación real del mismo?
Decía Abraham Lincoln que "se puede engañar a todo el mundo algún tiempo, que se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo" y esto es lo que desde el "Govern dels millors" se ha intentado hacer una y otra vez desde mucho antes del INFAME 10 de marzo de 2015. Pero la mentira tiene las patas muy cortas y afortunadamente la verdad es hija del tiempo, no de la autoridad. Que ésta gente siga en el poder no es solo culpa suya. Todos de una manera u otra somos culpables al no reaccionar ante tanto despropósito continuado, incluida esa oposición que hasta ahora solo se ha estado mirando el ombligo.
¿Alguno de ustedes invertiría en Venezuela con los sátrapas que tienen al frente del gobierno? ¡Seguro que NO! El dinero, que es la cosa más miedosa de todo el mundo mundial, sale corriendo al más mínimo recelo que le llegue del poder. Es así de fácil. ¿Y qué confianza puede generar entre los grandes inversores Andorra? Ninguna. Es más, la tienen borrada de todos sus mapas mentales.
¿Alguno de ustedes conoce algún inversor que pueda estar interesado en comprar un banco en Andorra en la actual coyuntura? Yo, no. ¿Qué inversor con cara y ojos va a comprar bancos que no reparten dividendos por orden de la autoridad reguladora? Los bancos andorranos no cotizan en bolsa por lo que la única manera de comprarlos sería en función de los dividendos repartidos. Y si no hay reparto de dividendos, el valor del banco tiende a "cero patatero".
El pasado 25 de abril nuestro todavía ínclito ministro de finanzas y portavoz del Govern dels millors acusaba a Jaume Bartumeu Cassany de "imprudente" por hacer "insinuaciones" que ponen en riesgo el sistema financiero andorrano. Anoche mientras El Independiente daba pelos y señales de la venta del 40% de Crèdit Andorrà, vía banco de inversión Alantra, él se dedicaba "prudentemente" a dar su opinión en Twitter de lo sucedido en el clásico.
Puede que devenir comentarista de la TDP sea su futuro si la puerta giratoria, que también existen en Andorra, le deparase alguna desagradable sorpresa. Recuerden aquella frase que dice "Roma traditoribus non praemiat".
Éste es el nivel, señores. Abran los ojos de una vez, gracias.
Intenten ser felices.