Leo en el panfleto oficial del estado que un bufete de Barcelona y otros de Londres e Irlanda han comenzado las acciones legales para instar el secuestro del libro "El Andorrano" escrito por el periodista Joaquín Abad, instadas porque algunas familias andorranas, según la web literaria española "TodoLiteratura", consideran que se les está injuriando. (Vean link aquí).
A eso se le llama tener "cola de paja". Si no, ¿a qué viene sentirse injuriado por los personajes que aparecen en una novela, llámense como se llamen? Para el que no lo sepa tener cola de paja es considerarse responsable de una falta. La fábula viene de un cuento en que un perro había cometido alguna fechoría; alguien congregó a la jauría y les pidió a todos que saltaran por encima de una hoguera; quien fuera inocente no tenía nada que temer, no así el culpable pues su culpa le había convertido su cola en paja. El culpable se descubrió cuando se negó a saltar.
Hablando de fábulas les explicaré la del gorrión, la vaca, el zorro y los "marrones": cuentan que cuando el frío invierno estaba terminando, había un pequeño gorrión en la desnuda rama de un árbol a punto de helarse. Estaba a punto de morir congelado, apenas le quedaban fuerzas y finalmente cayó de su rama al suelo completamente desfallecido. Gracias a la nieve amortiguó el golpe y la caída no fue mortal. Sin embargo el fatal desenlace se aproximaba, seguía helando y no tenía apenas fuerzas para levantarse y cobijarse, la muerte por congelación era inminente.
Justo cuando estaba a punto de morir una vaca que venía de pastar se detuvo y defecó justo encima del gorrión cubriéndole con sus heces. Aquella embarazosa situación que podría haber sido ridícula, significó la salvación del gorrioncillo, ya que las heces estaban calientes y desprendían un calor que derritió la capa de nieve y comenzó a reanimar al pajarillo. Las heces se secaron y le sirvieron de aislante durante unas horas hasta que el sol empezó a salir y a aumentar la temperatura. Éste al recibir calorcillo empezó a reanimarse poco a poco, cuando se recuperó levantó la cabeza y muy contento por haberse librado de congelarse, salió de las heces y empezó a piar loco de contento.
Por desgracia la misma buena suerte que había tenido para que la vaca acertase con sus heces la tuvo de mala ahora ya que pasaba por allí un zorro, que al oír a un pajarillo piar, se acercó corriendo, vio a un pajarillo lleno de heces, lo cogió con la boca, se lo llevó al río a limpiar y después se lo comió.
Ésta fábula contiene varias moralejas:
1.- No toda la persona que te echa “marrones” encima es tu enemiga.
2.- No todo el que te libera de los “marrones” es tu amigo.
3.- Cuando estés lleno de “marrones” hasta el cuello no lo digas demasiado alto.
Vale más que todo lo que pone en ése libro no sea verdad. Vale más que los personajes literarios que aparecen sean tan solo fruto de la imaginación del escritor. Y valdría más que si por una de esas casualidades casuales de la vida la historia narrada en el libro tuviera algo que ver con la realidad tengan en cuenta que tienen un problema añadido del que parece no ser conscientes; ¡Israel ni perdona ni olvida! Según publicaba el periódico israelita HAARETZ el 12 de julio de 2017 (vean link aquí) el Mossad, el mejor servicio de inteligencia del mundo, admite manejar un presupuesto de 2.400M de dólares. Y lo mejor del caso es que nunca tienen prisa para cobrarse su venganza por lo que les hicieron a los suyos, fuera dónde fuera y lo hiciera quién lo hiciese. Y si los culpables han fallecido no tienen ningún problema en ajustar cuentas con la descendencia.
A la gente que se ha hecho rica de manera turbia nunca le gusta que alguien les recuerde sus barriobajeros orígenes. Y hay tantos y tantos ejemplos de gente que se han hecho ricos de manera turbia que se les haría demasiado pesado un relato de todos ellos. Pero les pondré el ejemplo de aquel señor que se dedicaba al noble menester de aprovisionar a los submarinos nazis en las costas españolas y que después devino banquero. Pues resulta que muchos años después los vástagos de ése señor siguen haciendo negocios con la camada de otro señor, también banquero, y que aparece en listas de la inteligencia americana como "amigo de los nazis". Y hasta aquí puedo leer.
Mantener un perfil bajo cuando se ha cometido alguna barrabasada digo yo que sería lo más apropiado. Levantar la perdiz haciendo ostentación de una riqueza injustificada, nunca ha sido de gente inteligente. Y por ahí es por dónde todos van cayendo, uno detrás de otro.
Intenten ser felices.