Lo que viene a continuación bien podría acontecer en uno de los muchos países bananeros que en el mundo hay. Pero sucede aquí, en casa.
Hablo con María. María trabajaba en una entidad bancaria. Y digo trabajaba porque ya no trabaja. María tras 30 años de darlo todo por dicha entidad bancaria, ha visto cómo su vida se la han partido por la mitad. María que tenía un buen sueldo, los empleados de las entidades bancarias tienen mejores sueldos que el resto de la población y un acceso al crédito con innegables ventajas, ha tenido que plegar velas, cerrar su piso e irse a recoger a casa de sus padres. Pero María es afortunada, al menos tiene unos padres que la han recogido.
Hablo con Juan. Juan está siendo juzgado y todavía no sabe muy bien el porqué. A Juan también le han partido la vida por la mitad. Pese a que está siendo juzgado y nadie lo ha sentenciado, a Juan ninguna entidad bancaria le quiere abrir una cuenta corriente, pese a leer que una nueva ley, de ellos, va a obligar a que todo el mundo tenga una cuenta corriente para cobrar la nómina. Desconozco cómo se lo va a montar Juan, pero, a todos los problemas que se le han ocasionado, éste último le llega de propina.
Hablo con Pepe. Pepe es un alto ejecutivo. Pepe es una persona con los más altos valores. Pero Pepe está comprobando día a día cómo la maquinaria del gobierno, nunca de frente, atosiga una y otra vez, día sí, día también, al grupo empresarial en el que presta sus servicios. Cuando no es a nivel local, lo es a nivel estatal. Y cuando no es por ninguna de las dos vías anteriores, se dan órdenes para que se le cancelen todas las reservas. Pepe se ríe al comprobar al nivel que han llegado todos estos pseudogobernantes.
Hablo con Rosa. Rosa se ha dejado la piel a lo largo de la última legislatura. Rosa, ingenua ella, se pensaba que en la próxima legislatura iban a contar con ella en las listas del partido. Pero no ha sido así. Según me cuenta Rosa, la ha vetado Genaro que al final tampoco ha ido a la lista porque al dueño de su entidad bancaria no le gusta ése partido. Y eso a Rosa no le ha gustado ni un pelo, y se ha ido a otro partido con todo su Know How.
Hablo con Jorge. Jorge es del partido al que Rosa le ha ido a proponer su integración a cambio de su Know How y me confirma que efectivamente eso es así. Y me dice que ellos están muy contentos porque Rosa se ha ido con ellos para las próximas elecciones. Además Jorge, de pasada, me da una información clave; en la autonomía de al lado el grupo que ostentaba el poder se ha ido al carajo porque uno de sus miembros, en una maniobra que ha extrañado a propios y extraños, se ha saltado todo a la torera. De casta le viene al galgo.
Hablo con Marta. Marta ha tenido toda la vida su negocio y le ha ido siempre bien. Pero a Marta le quieren multiplicar el alquiler por dos, y a Marta eso le va a partir su vida por la mitad. A Marta, que además ya tiene una edad, no le queda otra que cerrar su negocio de toda la vida.
Hablo con Miguel. Miguel trabaja en una entidad bancaria y está a la espera que el de RR.HH. le convoque para darle el finiquito. Me asegura Miguel que todas las entidades bancarias han estado esperando que el gobierno laxase el despido para hacerlos efectivos. Habla de 70 despidos en su entidad y 70 más en otra en la que tiene compañeros. Él, que también tiene una edad, se lo toma a cachondeo. Me dice que lo que más le conviene es acabar de una vez con la lenta agonía que le ha tocado vivir durante los últimos 4 años porque le ha acabado afectando a su salud.
Miguel va acompañado de Pedro, un joven que trabaja con él en la misma entidad. Pedro, más joven que él, se lo toma a título de inventario y dice que se montará cualquier cosa para seguir creciendo en su vida.
Hablo con Pablo. Pablo ha luchado toda su vida como un jabato. Pero a Pablo la vida se le ha girado. A sus 65 años. Y Pablo no entiende nada. Me sugiere que ahora parece ser una especie de apestado. Me cuenta que donde antes todo eran facilidades para acceder a pólizas y créditos, ahora no hay más que problemas. Y eso le descorazona porque en lo suyo es un experto. Pero las entidades bancarias, para él, están cerradas a cal y canto. Pablo, que tiene 3 hijos a los que aún debe ayudar, parece la sombra de una pena. Quién lo ha visto y quién lo ve.
Hablo con Luis. Luis es uno de los candidatos que se va a presentar en las próximas elecciones. Y Luis me dice que por lo visto las reglas no son iguales para unos que para el resto. Parece ser que los seguidistas tienen acceso a cosas que al resto no se les permite. Y que incluso dirigentes de entes públicos se pasan la junta electoral por el Arco del Triunfo. Luis, que es un cachondo mental, se ríe de la más que evidente necedad de todos ellos. Me dice, de pasada, que no me puedo llegar a imaginar la cantidad indecente de personajillos que se le han ofrecido para que les diera cobijo en su candidatura. Personajillos de la más baja catadura. Personajillos sin oficio ni beneficio que lo único que aspiran a pretender es que alguien les siga manteniendo al precio que sea. Personajillos que al haber sido rechazados en su candidatura, aparecen en otras. (Qué triste es tener que defender causas en las que no se cree, suponiendo, que es mucho suponer, sepan qué es defender algo, tan solo por un miserable plato de lentejas, sometiéndose al líder que sea, y tener que empatizar con los seguidores que sean).
¿De qué sirve formar a los niños en valores como que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, cuando toda ésta panda de alelados la han hecho saltar por los aires?
¿Hasta cuándo el pueblo les va a seguir consintiendo todos sus desmanes? ¿No ha habido ya suficiente? ¿Qué más se necesita para mandarlos a todos a su casa?
Leo una noticia inimaginable en nuestro peís. Ayer todo el gobierno de Finlandia renunció al fracasar en sus intentos de reformar el sistema de salud y bienestar social de su país. Y eso es algo que dice mucho de ellos y muy poco de los nuestros. Si tuviera ganas de poner todos y cada uno de los estrepitosos fracasos del Desgovern dels millors, que no las tengo, no acabaría de escribir nunca. Ustedes ya se los saben de memoria. Por eso les invito a que el día 7 de abril vaya a "votar" para "botarlos" a todos ellos. Hay algo que ellos no controlan. Que haya una alta participación y que además de ir a votar los de siempre, se añada el resto de población que "pasa de ejercer éste derecho". Que ése día vayan a votar los 27.278 electores con derecho a voto. Si esto fuera así, todo ése pequeñísimo invento suyo que hasta ahora les ha permitido aferrarse al poder forever and ever se les desmontaría en cero coma.
Cada día que pasa odio más las "democracias bananeras dictatoriales". ¿Y ustedes?
¡¡En las próximas elecciones no les demos ni un solo voto!!
¡¡Ja no us tenim por!!
Intenten ser felices.