Andorra necesita urgentemente un José Alfredo Ruiz Romero

24 de abril de 2010. Feria Nacional de San Marcos, México. Plaza de toros Monumental de Aguascalientes. Quinto toro de la ganadería De Santiago, llamado Navegante. Diestro, José Tomás Román Martín, considerado por todos como el mejor torero que ha habido en la historia. 

 

 

"¿Cómo vamos José Luis, cómo vamos?". Con las manos metidas en la carne abierta de José Tomás , el doctor José Alfredo Ruiz Romero preguntaba sin cesar por la presión arterial del torero. "Más o menos, sí tenemos pulso", le contestaba José Luis, el anestesista. Las compresas no habían detenido la hemorragia. Ruiz Romero abrió más la herida y ya había puesto 15 pinzas taponando venas rotas. Ante el cuadro, el padre de José Tomás abandonó la enfermería de la plaza Monumental donde su hijo perdía el color y se quejaba de que le dolía la pierna izquierda. Afuera, con los pantalones y las manos manchadas de la sangre del diestro que llevaron en volandas los monosabios Pedro Ibarra y El Bigotes; el apoderado de El Payo, Alberto Elvira, y los banderilleros Alejandro Prado y Diego Martínez tuvieron tiempo por fin para pensar y para asustarse.

El matador mexicano Fernando Ochoa, su compadre y amigo, estuvo con él desde la cogida hasta que entró en el quirófano del hospital. En la enfermería sostuvo la mano del diestro madrileño cuando el doctor José Alfredo Ruiz tomó la decisión de abrirle la pierna izquierda- donde la femoral, la ilíaca y la safena estaban destrozadas - sin anestesiarle para ganar tiempo. Ochoa explicó cómo José Tomás le apretó la mano, “con el semblante pálido” y le dijo: “Me duele mucho”.

Fue el único momento de debilidad humana que mostró el de Galapagar quien, según Ruiz, actuó de modo “muy maduro y muy tranquilo, ayudando a todos” en la enfermería de la plaza, donde sufrió un shock hipovolémico por la masiva pérdida de sangre sufrida. Más de la mitad de la que contiene un cuerpo humano. Allí le transfundieron dos unidades de plasma, ocho más en el quirófano. A José Tomás la sangre mexicana le corre por las venas y no es un juego retórico por su amor al país en el que tomó la alternativa allá por 1995.

Seguramente ésa decisión, la de operar sin anestesia, salvó la vida del torero. Delante de situaciones extraordinarias, hay que tomar decisiones extraordinarias. Y Andorra, o lo que queda de nuestro peís, se encuentra en ésa tesitura. Y lo de Andorra no se arregla con unas tiritas y una aspirina infantil. Lo de Andorra tan solo se puede arreglar operando a lo vivo.

Leo algunos de los programas de los partidos políticos que concurren a las elecciones. No hacen falta ni que se los lean. En resumen: 

 

 

Como dice el tango Cambalache, ¡qué falta de respeto, que atropello a la razón!. ¿A dónde se creen que van a ir con las tiritas y la aspirina infantil? A estas altura, ¿a quién pretenden seguir engañando?

Andorra necesita urgentemente, y tendría que ser declarado por todo el resto de la población como emergencia nacional, echar a lo que queda de DA del poder. ¿Cómo si no se va a esclarecer de una vez qué han hecho con éste peís? ¿Cómo tienen la desfachatez de los que han sido, por lo menos, cómplices de todo lo que aquí ha ocurrido de presentarse ahora como salvadores? ¿Cómo pueden ahora pretender que la población se crea que los que ahora se presentan como los salvadores del peís, aduciendo que han cometido un fallo de comunicación en su hasta ahora secretísima negociación con la UE? ¿En qué cabeza cabe que vayan a solucionar nada? 

Andorra necesita llenarse de lobos, lobos que no se presten a formar parte del circo en el que han convertido el peís y casi todas sus instituciones. Andorra no necesita más de gatitos callejeros disfrazados de tigres y leones por carnaval. 

 

 

Andorra necesita llenarse de "yoyas", pero de "yoyas" más que convencidos de lo que aquí ha pasado. Y eso sólo lo sabremos el día que una justicia independiente, que no una justicia "in the pendiente", así lo certifique. 

 

 

Andorra necesita demostrar de una vez por todas que es un pueblo que ha madurado políticamente. Y la única manera de demostrarlo es con el voto de castigo contra DA, igual que en Francia los propios socialistas franceses han votado en más de una ocasión en primera ronda a Le Pen. Por mucho que a algunos todavía les pese ése temor reverencial hacía aquellos que con el dinero de todos les han conseguido algo que en la mayoría de las ocasiones no se merecen. 

 

 

Andorra necesita de una prensa valiente e independiente, en la que prevalezca el rigor en la información. Una prensa que tenga la capacidad de informar just in time. El tiempo de la prensa sumisa, dócil, servil y obediente frente el poder se ha acabado. El pueblo hace días que la tiene por lo que la tiene. 

 

 

Andorra está mucho peor de lo que ellos tratan de demostrar. Y el tiempo, el mejor juez de todos, lo va a acabar de sacar a la luz. Ni se imaginan la situación real de algunas entidades bancarias. Ni se imaginan los "cirios" que hay ahí dentro. Ni se imaginan lo que va a salir dentro de nada. A la ya más que sabida partida de los que nunca debieron de venir, se suma el tristísimo panorama de varias de las que todavía quedan. Y si no, recuerden los intentos dos fallidos de "fusión" de la que hay que salvar al coste que sea. En ambas ocasiones, a las que las otras han visto una parte de los cadáveres que tienen en los armarios, han salido corriendo por patas. 

 

 

Y si como dice el tango, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, cuatro, son apenas un suspiro.

Andorra necesita urgentemente un José Alfredo Ruiz Romero. La solución, como siempre, está en sus manos.

 

 

 

 

 

¡¡En las próximas elecciones no les demos ni un solo voto!!

¡¡Ja no us tenim por!!

 

 

 

 

 

Intenten ser felices.