Hoy me apetece escribir sobre la corrupción, pero lo haré sobre la corrupción minúscula. De corrupción mayúscula, desgraciadamente, todos estamos hartos de oír hablar, todos sabemos de la infinidad de casos que hay en nuestros países vecinos y todos conocemos los nombres de los corruptos que disfrutan de la dolce vita. No todo es corrupción mayúscula, ésa que se comete cuasi con total inmunidad, y que sólo está al alcance a los jerarcas y miembros de los grandes partidos y amigotes de juergas y felonías. La inmunidad y la impunidad reglada, se encarga del resto.
En la corrupción mayúscula todo, o casi todo, está inventado y tipificado: La extorsión, el soborno, el peculado, las colusiones, el fraude, el tráfico de influencias, la misma falta de ética, etc... Se la ha definido como el “uso ilegítimo del poder público para el beneficio privado”. También como el “uso ilegal o no ético de la actividad gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio personal o político”, o simplemente como el “uso arbitrario del poder”.
Cuando el pasado miércoles, día 3 de septiembre, escuché al ministro Saboya decir que no ve prioritaria la adhesión de Andorra a la Convección de las Naciones Unidas contra la Corrupción, la UNCAC, y que defendía los esfuerzos realizados por el país en esta materia con otros instrumentos diferentes pero igual de efectivos, se me encogió el corazón. Cómo se puede tratar con tanta banalidad un tema tan importante y que afecta a tanta gente? De verdad el señor ministro está convencido que en Andorra no hay corrupción?
Hay corrupción minúscula en Andorra? Lamentablemente la respuesta es si. Basta con abrir el BOPA, www.bopa.ad , coger una hoja de Excel, hacer un histórico de licitaciones y concursos, y observar cómo a lo largo de todos estos años se han dado concesiones a determinados cargos electos, a familiares de dichos cargos electos, a amigos de los cargos electos, y a amigos de los amigos de los cargos electos. Basta con escuchar cualquier conversación, eso si, en voz baja, y que cualquiera te explique lo que tal o cual empresa ha hecho y deshecho a su entero antojo. Si al final te admiten como a uno de los suyos, te pueden explicar quién o quiénes se han aprovechado de su paso por la política para engrandecer su empresa o para quedarse, incluso, con regalos que iban destinados a las corporaciones a las que representaban. Clamoroso era lo de aquellas personas que en la época gloriosa del boom inmobiliario tenían despacho en el edifico que hay justo enfrente de la casa grande. Hablamos de la ITV? (Seamos serios: en las fábricas hay ingenieros y en los talleres, mecánicos). Hablamos de los exámenes para acceder a la ”Capacitació Professional per a Agents i Gestors Immobiliaris”? Quieren que les explique cómo fue el primer exámen para tener la capacidad. Les explico cuánta gente entregó el examen en blanco? Hablamos de la “Capacitació per esdevenir transportista”? Quieren saber cuánta gente copiaron el examen? Lo que para todos es blanco o negro, para unos pocos es de color de rosa. Y así va todo. (De todo tiene que haber en la vida del señor, y Andorra no se escapa).
La mayor aberración que se puede cometer en el poder es ostentarlo cuasi indefinidamente. Directamente estás invitando al personal a fomentar las corruptelas. De qué otra manera se puede entender que alguna farmacéutica se haya permitido regalar electrodomésticos a personal administrativo de la escuela especializada? A mi, desde luego, no me lo han regalado.
El 13 de diciembre hay elecciones. Los ciudadanos podemos cambiarlo todo, si queremos. La decisión está en nuestras manos. Si seguimos consintiendo los desmanes de unos pocos luego no nos quejemos de ser víctimas, porque seremos cómplices. La ley del silencio u ormetá andorrana, habrá vuelto a ganar.
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